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La boda de Marta y Amador
Elegancia atemporal en InterContinental Madrid
Algunas bodas tienen un encanto especial, y la de Marta y Amador fue una de ellas. Desde el primer instante, su complicidad era evidente. En cada mirada, en cada sonrisa, se notaba la conexión que comparten.
Capturar esa autenticidad fue un privilegio, y el resultado es un reportaje lleno de imágenes que reflejan la elegancia y la naturalidad de su historia.
Traje de Amador: Loro Piana confeccionado por Suitz Madrid, zapatos de Amador: Meermin, corbata: Ferragamo, Vestido de Marta: Hannibal Laguna, Joyas: Laura Márquez, Zapatos: Miss Honolulu, Peluquería y Maquillaje: Javier Palacios, Florista de iglesia y banquete: Botanyco, Florista coctel: Defabula, Pianista Cóctel: Leila Röömel
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Marta y Amador se dieron el “sí, quiero” el 15 de junio de 2024, rodeados de familiares y amigos, en la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, un espacio con una belleza serena que aportó aún más magia al momento.
























Marta deslumbró con un diseño de Hannibal Laguna, un vestido que realzaba su belleza con líneas delicadas y un aire clásico y sofisticado. Amador, impecable con un traje de Loro Piana y una corbata de Ferragamo, irradiaba estilo y distinción. Juntos, formaban una pareja que parecía sacada de una portada de revista.














La celebración continuó en el icónico InterContinental de Madrid, un lugar cargado de historia, elegido por leyendas como Ava Gardner, Liz Taylor, Sofía Loren, Gary Cooper y Frank Sinatra. Fue un día lleno de emoción, sofisticación y, sobre todo, amor.











El convite tuvo lugar en el Salón Granada, un espacio lleno de encanto donde se vivieron momentos de gran emoción, risas y alguna que otra lágrima. Marta y Amador disfrutaron intensamente de su gran día, compartiendo con sus seres queridos y saboreando cada instante con alegría y emoción.







Para el baile, los novios eligieron el majestuoso Salón Albéniz, donde los imponentes candelabros de cristal añadieron una sofisticación clásica al momento. Desde el primer instante hasta el último baile, el amor y la complicidad de Marta y Amador fueron visibles en cada gesto y cada palabra, haciendo de esta boda un día verdaderamente inolvidable.

















"¡Súper profesional! Queríamos una boda elegante y así ha sido.
Las fotos espontáneas son preciosas, porque han captado todos los momentos importantes.
Nuestro reportaje de novios es impresionante, lleno de luz y eso que la hora no era fácil.
Todas las fotos transmiten delicadeza y dulzura.
Además, el trato personal ha sido inmejorable. Tanto Lazarina, como su ayudante César
han hecho un trabajo muy bonito y con mucha implicación.
¡Muchas gracias por todo, Lazarina!"
Marta y Amador